miércoles, 1 de mayo de 2013

Neo impresionismo

El neo impresionismo es un movimiento artístico de fines del siglo XIX, englobando el conjunto de tendencias pictóricas que profundizan en algunos rasgos de los pintores impresionistas como son los divisionistas y los puntllistas.

La palabra neo impresionista se empleó por primera vez en 1887 por el crítico de arte francés Félix Fénéon para designar esta corriente artística liderada por Paul Signac y Georges Seraut, cuyas raíces hay que buscarlas en el impresionismo.

los cuadros neo impresionistas responden a la individualidad de los planteamientos de cada autor. las sensaciones tristes o jubilosas, estado de ánimo apacible o agitado se expresan a través de la correlación de líneas, colores y tonos. Se descomponen los colores.

Las características principales del neo impresionismo son:
  • Preocupación por el volumen
  • Formas concebidas dentro de una geometría de masas puras, bien definidas (pero sin perfiles)
  • Preocupación por el orden y la claridad.
  • Retorno a la ordenación meditada del cuadro, aplicando los principios clásicos de la composición.
  • Aplicación firme del principio de la mezcla óptica: los tonos se dividen o descomponen el los colores básicos puros para que el ojo los restituya en la visión lejana normal
  • Utilización de la técnica del puntillismo: los cuadros se pintan mediante pequeñas pinceladas o puntos de colores puros para así lograr la mezcla óptica.
  • Predilección por asuntos como puertos, orillas de ríos y escenas circenses.
     
     "Palacio de Avignon" de Paul Signac

Paul Signac nació en parís el 11 de noviembre de 1863, en el seno de una familia pudiente, donde su padre tenía un negocio en guarnicionería. Sus estudios de bachillerato se ven interrumpidos por una temprana vocación artística, alentada por la contemplación delas obras de los impresionistas.
En los primeros años del siglo XX,  Signac se dedico a pintar una y otra vez edificios que se alzaban a orillas del agua. Trabajaba con formas simplificadas y colores dominantes y fascinantes. Este plasmó el “Palacio de Avignon” en dos versiones. El cuadro que aquí se reproduce es del año 1900 y presenta la monumental arquitectura a la luz matinal. En cambio, para su segundo cuadro, escogió la misma vista pero en la puesta del sol.
Paul Signac seguía la divisa “la simplificación de los elementos le conduce a emplear mas color”. Por eso, redujo el edificio a la silueta y a unos pocos elementos de la estructura interior. Aún puede reconocerse el edificio con la iglesia al lado, la vegetación en la orilla y el puente. El agua y el cielo llegan a confundirse; y el palacio brillando a la luz de la mañana, se alza vigoroso, como en una visión atemporal, desde la vegetación, aún sumida en sombras.

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